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Sam Raimi 

Reinventando Superhéroes

Con el estreno del “Doctor Strange en el multiverso de la locura” no solo se cumplen 20 años del renacer del género, sino que el director que abrió la senda da un nuevo giro, más terrorífico, a la franquicia.

Cuando hace 2 décadas, Sam Raimi finalmente pudo llevar a la pantalla a “El Hombre Araña”, no imaginaba que estaba cambiando la historia del celuloide. Si bien es cierto ya Tim Burton había acometido con “Batman” y la franquicia de los “X-Men” daba frutos, el universo se abrió como una flor ambicionada a partir del éxito del héroe arácnido, impulsado por un realizador que había demostrado con creces su capacidad para incursionar en diversos géneros e introducir nuevos códigos.

Ese 3 de mayo del 2002, la taquilla reventó y compitió mano a mano -y con menos presupuesto- con fenómenos como “El señor de los anillos” y “Harry Potter”. Al convertirse en la primera película de la cinematografía en superar los 100 millones de dólares de recaudación en su fin de semana de estreno, alertó a los ejecutivos de Marvel y DC sobre el enorme potencial de los hombres y mujeres enmascarados.

Raimi logró, además, que el argumento tuviera humanidad, romance, recordación y, sobre todo, humor y un personaje carismático. Por eso, ahora que se puso tras las cámaras en “Doctor Strange en el multiverso de la locura” (2022), rompiendo 9 años de inactividad como cineasta, el género siente el remezón. No es una película más de la saga Marvel, y pese a que se aferra a los universos paralelos, la crítica no duda en calificarla como un paso adelante en el género o, al menos, en una cinta que supone un cambio en la concepción de la moda.

Ahora, el “Doctor Strange” (Benedict Cumberbatch) se aventura en un viaje a través de realidades paralelas, escapando a nuevas amenazas que ponen a prueba sus poderes y lo confrontan con “Wanda Maximoff” (Elizabeth Olsen).

“Cuando hicimos ‘El Hombre-Araña’ el 2002, no había la posibilidad de hacer personajes en CGI como en la actualidad. Los efectos especiales ayudan, por cierto, aunque muchas veces llevan a desvirtuar la trama o hacen olvidar la esencia de los personajes. Ha sido mucho más fácil, pero también las expectativas son mayores hoy. El público ha visto muchos efectos. ¿Cómo puedes utilizarlos de forma que sirvan a la historia, al personaje y que sigan siendo novedosos para la audiencia? Ese es el desafío que nos planteó este filme. Además, claro, de que considero que los argumentos pueden condensarse, para no someter al espectador a largometrajes de tan larga duración”, explica Raimi. 

¿Alguna vez imaginó que el género de superhéroes cobraría tanta relevancia?
-Nunca pensé que se convertirían en el principal producto dentro de la industria. En algún momento, y sobre todo a comienzos de siglo, parecía que la fantasía y la magia iban a controlar todo. En los últimos años estudié mucho y trabajé para perfeccionar sobre todo el terror, y “Doctor Strange” me ha permitido hacer cosas nuevas. No obstante, todo en este negocio funciona en base a tendencias. Creo que los superhéroes ahora son muy populares debido al cuidado único que los creadores y supervisores de Marvel han puesto en proteger la integridad de los personajes, y eso lo sentí en todo momento.

Elogiado por títulos como “Un plan sencillo” (1998), o el western con Sharon Stone y Leonardo DiCaprio “Rápida y mortal” (1995), el estadounidense se ganó sus medallas en el cine de terror con títulos como “Arrástrame al infierno” (2009), y es por eso que tiene hoy a medio mundo en debate sobre las características de la nueva cinta.

Más allá de los  cameos y del respeto a la franquicia hay un giro en la apuesta y, para los parámetros de hoy, solo la taquilla dictaminará si fue un acierto este cambio o no. 

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