Joaquin Phoenix, de la mano del director Ridley Scott, revive al Emperador de Francia en una película que enfatiza su genio militar y su particular encanto para seducir mujeres.
Hacer un recuento de la presencia de Napoleón Bonaparte en el cine es imposible. Son más de 300 los largometrajes que lo incorporan, ya sea como personaje central o como secundario, siempre trascendente. Y es que el militar que rigió los destinos de Francia entre 1799 y 1815, después de la revolución política más profunda de la humanidad, es no solo un ser humano de ribetes complejos, polémicos y debatibles, sino una personalidad cautivante y conmovedora.
Por eso Ridley Scott -con Joaquin Phoenix como protagonista- decidió traer de vuelta a Napoleón, después de la ausencia más prolongada que haya registrado el séptimo arte en torno a su historia, pues la última cinta relativa al sardo data del 2007. La costosa puesta en escena más la polémica de su romance con Josefina la convierten en uno de los grandes estrenos de la temporada.
Un pretexto ideal para revisar a quienes han dado vida a Bonaparte en la pantalla grande. Habrá que consignar que la primera vez que fue encarnado fue en una filmación de 1 minuto llamada “Entrevue de Napoleón et du Pope Alexander”, en 1897, y que en 1909 ya tenía 3 obras de ficción a su haber.
El primer actor célebre en encarnarlo fue Albert Dieudonné en “Napoleón” (1927), en cine mudo y con gran despliegue de producción, aunque con poca distribución fuera de Francia.
La primera película con repercusión internacional tuvo a Claude Rains en el protagónico. “Corazones divididos” (1936) era la visión estadounidense de la venta de Louisiana, imprescindible para recaudar fondos para mantener la guerra en Europa.
Apenas un año después, Charles Boyer hacía una de las grades interpretaciones sobre el general en “Maria Walewska” (1937), donde Greta Garbo se ponía en la piel de la noble y atractiva polaca ofrecida como ofrenda para salvar la patria.
Pero fue Marlon Brando el más célebre de los Napoleones cinematográficos, al aceptar el rol en “Desirée” (1954), basada en otros de los amores famosos del poderoso francés. Desiree Clary (Jean Simmons) era una joven burguesa de la cual estuvo enamorado al comienzo de su carrera y que debió abandonar para abocarse a la conquista del poder. La escena de la coronación es grandiosa, mas no tanto como la de la superproducción “La guerra y la paz” (1956), que tuvo un reparto estelar con Vittorio Gassman, Audrey Hepburn, Henry Fonda, Mel Ferrer y el actor checo, semi desconocido, Herbert Lom, como el ambicioso general.
“Austerlitz” (1960) también enfatiza el lado militar y el recordado combate homónimo con gran despliegue de extras y Pierre Mondy como estelar. En su batalla perdida, “Waterloo” (1970), Bonaparte alcanza su punto más alto en el celuloide con Rod Steiger como personaje central.
Quizás convencidos que nada superaría esa realización, es la televisión la que acomete en 1987 con “Napoleón y Josefina” (1987), con Armand Assante y Jacqueline Bisset. Ya en el siglo XXI, el conquistador aparece en la miniserie “Napoleón” (2002), con Christian Clavier en un atormentado rol, acompañado de Gérard Depardieu, Isabella Rossellini y John Malkovich.
No podemos olvidar en este registro a Ian Holm , quien se puso las ropas del sardo en “Napoleón y el amor” (1974), “Los héroes del tiempo” (1981) y “Mi Napoleón” (2001), una de las escasas comedias sobre el personaje.
Ahora será el turno de Joaquin Phoenix quien, de la mano de Scott, pretende revivir las hazañas y miserias de uno de los hombres más controvertidos de la historia.
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