Este año apareció en “La heredera de la mafia” y el próximo la tendremos en la secuela de “Beetlejuice”, nada menos que bajo las órdenes del afamado Tim Burton: su nuevo amor.
Monica Anna Maria Bellucci nació el 30 de septiembre en Umbría, Italia. Sophia Loren y Claudia Cardinale son la inspiración de esta diva que, a los 58 años, sigue arrancando suspiros.
Es agnóstica, pese a que creció en una familia católica. Está en contra del aborto. Le gusta el aroma de la vainilla, el jabón ibérico, es de signo libra y se relaja con la acupuntura. Aparte del italiano, habla fluidamente inglés y francés, así como un poco de español, arameo, serbio y portugués.
Mide 1,71 y se siente cómoda con su cuerpo y se preocupa de él. Dice que se maquilla poco, que jamás ha hecho dieta ni ha usado una talla inferior a la 40. Uno de sus máximos placeres es compartir una cena con sus amistades. Odia los gimnasios, se ejercita con yoga y natación. Es hincha de la selección italiana. Se inició en el modelaje a los 16 años para pagarse la universidad, pero le fue tan bien en las pasarelas que decidió abandonar la carrera de Derecho.
Su debut en el celuloide fue a principios de los 90 y ya en 1992 consiguió un pequeño rol en “Drácula de Bram Stoker”, como una de las vampiras que mantienen cautivo a Keanu Reeves. Luego le siguieron papeles más relevantes en filmes como “Malena” (2000), “Bajo sospecha” (2000), la polémica “Irreversible” (2002), las secuelas de “Matrix” en el 2003, “Lágrimas del sol” (2003) y “La Pasión de Cristo” (2004).
Sin olvidar “007: Spectre” (2015), donde ostentó el récord de ser la Chica Bond de mayor edad de la saga: con 51 años se dio el lujo de seducir a Daniel Craig, dejando atrás una olvidable lista de veinteañeras y treintonas (porque ni siquiera cuarentonas hubo) opacadas con su elegante sensualidad. Cuando un periodista le preguntó a Craig sobre la edad de su compañera, la cual lo superaba en años, éste respondió: “¡Por Dios…! ¡Estamos hablando de Monica Bellucci!”.
AMORES DE PLATÓ
Hija única, se casó y divorció 2 veces. Su primer matrimonio fue breve y con el fotógrafo itálico Claudio Carlos Basso. Su segundo esposo fue el astro francés Vincent Cassel, a quien conoció a propósito de las filmaciones de “El apartamento” (1996).
Contrajeron nupcias en 1999, tuvieron 2 niñas (con las que se comunica en italiano) y se divorciaron el 2013. Según las malas lenguas, luego que Vincent descubriera que ella tenía un amante. La diva declaró alguna vez: “Creo en el amor, pero no en la fidelidad”.
Tras la separación, la bella reveló que quedar sin pareja después de tanto tiempo y poder centrarse en ella sería beneficioso: “Me gustaría trasmitir este mensaje a mis hijas, para que sean conscientes que no es obligatorio tener un marido o un compañero. La soledad no debe asustarnos”, declaraba.
Elegida muchas veces como una de las mujeres más hermosas y sensuales de la pantalla continúa trabajando como modelo (su hija Deva Cassel, de 18 años, ha seguido sus pasos). Su cabellera oscura, larga y lisa y su cuerpo curvilíneo son parte de su sello.
También sigue activa en el cine, donde ha ganado algunos premios tanto en Estados Unidos como Europa. Hace poco estuvo en las salas con “La heredera de la mafia” (2023), una comedia criminal acerca de una familia mafiosa, disponible en Netflix. Aquí la italiana personifica a “Bianca”, la mano derecha de la heroína a cargo de Toni Collette. Y pese a que Monica es 8 años mayor que Collette, increíblemente luce más joven.
Hace un par de semanas -y tras meses de especulaciones- hizo noticia al hacer pública su relación con el estadounidense Tim Burton (64), con quien ha estado trabajando con motivo de “Beetlejuice 2” (2024). “Conozco al hombre, lo amo y ahora me toca conocer al director. Inicia otra aventura”, declaró.
La estrella del rodaje -que se está llevando a cabo en Londres- nuevamente será Michael Keaton. La actriz, por su parte, encarnará a su esposa: “Me encanta este mundo de ensoñación en el que los monstruos son queribles, como si pudiéramos convertir nuestros aspectos más oscuros en algo brillante, indulgente. Las películas de Tim Burton hablan mucho de eso”.
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