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Mientras esperamos la llegada de 2 nuevas producciones de la franquicia para este año, repasemos las claves de uno de los alienígenas más temidos de la pantalla.
Es una de las criaturas más letales que nos ha dado el cine pero, a diferencia de tantas otras, no es una bestia. Muy por el contrario, pertenece a una raza y civilización superiores que posee un estricto código de honor.
Creado por los hermanos guionistas Jim Thomas y John Thomas, este cazador alienígena fue dotado de características muy bien definidas desde un comienzo. Tiene una forma humanoide, aunque es mucho más alto, corpulento y pesado que un hombre. Su estatura es cercana a los 2,3 metros, su peso es de aproximadamente 170 kilos, es muy atlético, ágil y capaz de levantar gran peso. Su piel es verdosa con escamas oscuras, sus manos terminan en garras negras, posee un par de pequeños ojos, boca con mandíbula cruciforme y en su cabeza tiene una especie de tentáculos capilares que parecen rastas. Su sangre es verde fosforescente y su visión es termográfica.
Desde tiempos inmemoriales, este macho alfa recorre el cosmos en naves espaciales buscando presas, prefiriendo siempre aquellas que le supongan un reto y estén armadas. Ha cazado en distintos planetas y épocas. Ostenta un ritual de faena de los cadáveres (cuelga boca arriba a sus muertos, los despelleja, destripa y pule huesos), para luego guardar como trofeos las espinas dorsales de sus víctimas.
Suele enfrentarse solo a sus rivales (aunque haya más depredadores junto a él). Posee armas de avanzada tecnología a lo que se suma un sistema de camuflaje que lo vuelve casi completamente invisible. Usa una máscara que le facilita la respiración en nuestro planeta, su equipo incluye un moderno botiquín de primeros auxilios y hasta un poderoso dispositivo de autodestrucción para evitar ser descubierto, en caso de caer en el duelo.
Con un villano de características tan peculiares y cautivantes, no era raro que traspasara las barreras del celuloide para llegar a convertirse en protagonista de videojuegos, historietas, novelas y fanzines, que se dedicaron a crear un complejo imaginario en donde se profundiza en las castas del depredador, su planeta, sus rituales de conquista de la hembra y hasta, aunque suene insólito, su religión.
“DEPREDADOR” EN 35 MM
En estricto rigor, existen 5 largometrajes de nuestro letal guerrero galáctico. Aunque este año sumarían nuevas obras a la saga. Uno será el filme “Depredador: Badlands”, protagonizado por Elle Fanning. Ambientado en el futuro y en un distante planeta, llegaría a las sagas en noviembre, mostrando un lado más “humano” del extraterrestre. El otro título sería una animación que se estrenaría antes de fin de año en una plataforma de streaming y de la cual no se han entregado mayores detalles aún. Ambos proyectos están bajo la dirección de Dan Trachtenberg, el mismo realizador de “Depredador: La presa”.
Estelarizada por Arnold Schwarzenegger en el papel de “Dutch”, parecía ser simplemente otra cinta de acción del musculoso de origen austríaco, pese a que logró conseguir una postulación al Óscar por sus efectos especiales. Sin ser una película de peso e incluso recibir mala crítica, tuvo el tremendo mérito de presentar en sociedad al cazador alienígena. Aquí ya aparecía con su equipo de combate, las características físicas con las que lo conocemos hasta hoy y ese código de honor por el que intenta aniquilar a los miembros del comando con el que se topa en la jungla guatemalteca, excepto a la chica nativa desarmada, que revela que en su pueblo lo conocen hace generaciones, pues aparece en las épocas de mayor calor para asesinar hombres.
“Si sangra, podemos matarlo”, declara “Dutch”, dando inició a una guerra sin cuartel que se repetirá en las continuaciones. El monstruo estuvo a punto de ser interpretado por Jean-Claude Van Damme, quien finalmente desistió siendo Kevin Peter Hall quien le da vida, el mismo que las hace de piloto del helicóptero. Y otro dato más: en un comienzo, la apariencia del depredador era más cercana a la de un insecto, hasta que se cambió por un aspecto humanoide… un tremendo acierto.
Sin duda alguna, el mejor largometraje de la saga. La espesa selva se cambia por la ruidosa urbe de Los Ángeles y ahora el cazador galáctico -encarnado nuevamente por Kevin Peter Hall- se inmiscuye, con deleite, en una guerra de bandas rivales de narcotraficantes. Aquí se topará con el teniente “Mike Harrigan” (Danny Glover), con quien la criatura se encapricha y sostiene un juego del gato y el ratón durante toda la trama.
Inolvidable la escena de la señora con ondulines que se levanta en medio de la noche por los extraños ruidos del baño. Y precisamente es en esta interesante secuela donde se nos revela un dato crucial del código de honor del alienígena: cuando desiste matar a la policía interpretada por María Conchita Alonso, al visualizar que lleva un niño en su vientre.
Probablemente la más débil de la trilogía, pese al elenco liderado por el ganador del Óscar Adrien Brody (“El pianista”), secundado por figuras como Laurence Fishburne, Alice Braga y Topher Grace.
En un planeta desconocido se encuentra un grupo de personas que, aparentemente, nada tiene en común. Mientras avanza el metraje, sin embargo, descubrimos por qué los depredadores los seleccionaron para su coto de caza. La trama tiene el mérito de ampliar nuestro conocimiento sobre la raza extraterrestre, develando a más de un tipo de depredador.
Ambientada en la actualidad, la película -que pasó sin pena ni gloria- está protagonizada por Boyd Holbrook y Olivia Munn. Un niño provoca accidentalmente que los depredadores retornen a la Tierra, poniendo en jaque a la humanidad más que nunca. Un grupo de ex soldados y un profesor de ciencia deberán hacerle frente y, durante esta batalla, descubriremos no solo a diferentes razas de depredador, sino también que se han sometido a mejoras genéticas.
La quinta película de la saga fue una precuela ambientada 300 años atrás en la Nación Comanche, de Norteamérica. La trama nos presenta a “Naru” (Amber Midthunder), una muchacha indígena que desea ser guerrera, a pesar que las tradiciones de género de su pueblo que no se lo permiten. Pero será precisamente “Naru” quien descubra las fortalezas y debilidades del predador invisible que acecha a su tribu.
En los 2 primeros largometrajes de la franquicia se había deslizado la idea de que la “bestia” cazaba humanos hacía siglos, concepto al que se le sacó partido en este rodaje que debutó directamente en el streaming, con una buena acogida de los fanáticos.
A este quinteto se suma una dupla de filmes que son un crossover o cruza entre franquicias, en este caso, de “Depredador” con “Alien”. Nos referimos a “Alien vs. Depredador” (2004) y su secuela “Alien vs. Depredador: Requiem” (2007) que, tal como sus títulos lo delatan, enfrentan a nuestro guerrero con el famoso monstruo espacial que babea al lado de Sigourney Weaver. El más interesante es el primer rodaje, a cargo de Paul W.S. Anderson, que nos muestra una expedición en la Antártica que descubre una antiquísima pirámide enterrada, destinada a criar aliens para ser cazados por los depredadores. Aquí resalta el personaje de “Alexa Woods” (Sanaa Lathan), la mujer que se gana el reconocimiento de un cazador galáctico, tal como antes lo hiciera “Mike Harrigan” en “Depredador 2”.
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