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Trascendieron, incluso, a la película misma que los vio nacer.
Aquí te presentamos 10 escenas emblemáticas de danza, con el requisito que no pertenecieran a musicales ni a filmes donde el baile fuese un tema central.
Un Óscar como Mejor Actor se adjudicó Joaquin Phoenix al encarnar a “Arthur Fleck”, un hombre con problemas mentales, quien adquiere la personalidad del “Guasón”, un payaso criminal que deja atrás al patético tipo que era. Su baile descoordinado y desafiante, mientras baja unas escaleras de cemento de Ciudad Gótica, evidencian su transformación y liberación. “Rock and Roll parte 2”, de Gary Glitter, lo acompaña en parte de su desordenada coreografía.
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Tobey McGuire es considerado el héroe arácnido más popular de la saga. En su última intervención como “Peter Parker”, efectuó un recorrido por las calles en el que derrochó seguridad, para luego animarse a una seductora y desinhibida danza, opuesta a su tímida personalidad. ¿La razón? “Venom” lo hacía explorar su lado oscuro. “People get up and drive your funky soul”, de James Brown, fue el tema escogido para musicalizar su cambio de look y de actitud.
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Una familia se traslada en una combi hasta California, para que la pequeña “Olive” (Abigail Breslin) participe en un concurso de belleza infantil. Allí presenta una peculiar coreografía, preparada por su abuelo. La presentación indigna al público y a la organizadora del evento, quien intenta interrumpir el show. Finalmente, la familia de la chiquilla sube al escenario para acompañarla. Al compás de “Super freak”, de Rick James, este número musical se mantiene en la retina colectiva luego de casi 19 años del estreno.
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Quién diría que una de las secuencias más divertidas de esta comedia romántica, sería la más odiada por su protagonista, Hugh Grant. El británico interpreta al Primer Ministro de Inglaterra, el que junto a la animada “Jump (for your love)”, de The Pointer Sisters, se mueve entusiasmado por las habitaciones del 10 de Downing Street, residencia del mandatario, antes de ir por su amada en el día de Navidad.
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“Mia Wallace”, esposa de un mafioso, y “Vincent Vega”, quien debe cuidarla esa noche, participan en un concurso de danza en el local Jack Rabbit Slim’s. Allí, Uma Thurman y John Travolta dan vida al twist más emblemático del celuloide, pese a que se asegura que sus pasos fueron improvisados. El hit “You never can tell”, de Chuck Berry, fue la canción perfecta para musicalizar la ocasión.
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Mientras Jim Carrey se consolidó como uno de los reyes de la comedia de los 90, la modelo Cameron Diaz debutaba en la pantalla grande. Ambos fueron parte de la simpática puesta en escena en la que “Stanley”, un empleado bancario, se transforma al usar una extraña máscara. Flechado por la belleza de “Tina”, la novia de un criminal, el hombre del traje amarillo la saca a bailar al ritmo de Royal Crown Revue con su “Hey! Pachuco”.
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Al Pacino ganó un Óscar por Mejor Actor como el “Coronel Slade”, un militar retirado y no vidente que viaja a Nueva York junto a joven lazarillo, para disfrutar de una lista de cosas que desea hacer, antes de tomar una radical decisión. En un lujoso hotel, “Slade” saca a bailar tango a una atractiva mujer, al son de una orquestada “Por una cabeza”, de Carlos Gardel. Especialistas en la disciplina criticaron la ejecución de la pareja, olvidando que era un hombre ciego y una chica sin experiencia los que brillaron en la pista.
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Se impuso en la taquilla hace casi 36 años, con Jean-Claude Van Damne interpretando a “Kurt Sloan”, luchador de artes marciales que viaja hasta Tailandia para competir en un peligroso torneo y vengar a su hermano. Una de las secuencias más recordadas, sin embargo, es aquella en la que el astro entra a una cantina y muestra sus dotes de bailarín con un par de chicas locales, mientras escuchan “Feeling so good today”, de Beau Williams.
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Tom Cruise tenía 19 años cuando se puso en la piel del adolescente “Joel Goodsen”, quien al quedarse sin sus padres y solo en casa, se relaja en camisa, ropa interior y calcetines blancos, deslizándose por la sala, con una improvisada coreografía al son del clásico “Old time rock and roll”, de Bob Seger. Después de 42 años de su presentación en los cines, el largometraje es un clásico de la pantalla grande y significó el salto a la fama del joven artista.
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Inolvidable es el baile de “Gilda”, drama estelarizado por Rita Hayworth. Con un vestido largo de satín negro y hombros descubiertos, y con la canción “Put the blame on Mame”, derrocha sensualidad y coquetería en su espectáculo. La secuencia molestó a la crítica de la época, al considerarla provocativa. No obstante, convirtió a la pelirroja en sex symbol. Ambientada en Buenos Aires, la cinta trata del encuentro entre un vividor y la mujer que le rompió el corazón, “Gilda”.
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